¿Qué entendemos cuando hablamos de infancia?
Una pregunta que parece obvia, pero que —como suele ocurrir con las certezas— esconde capas históricas, políticas y culturales que rara vez se ponen en duda. Desde ese punto de partida se inauguró el módulo formativo del 6º Seminario Las Infancias Quieren Cine, con el taller teórico “¿Qué es la infancia? Dimensiones históricas, sociales y políticas de las niñeces”, impartido por el psicólogo y académico Camilo Morales Retamal, los días 15 y 22 de noviembre, en modalidad online.
Dirigido a mediadores, programadores, educadores y agentes culturales, el taller abrió un espacio de reflexión crítica para revisar las nociones tradicionales de infancia y analizar cómo el cine —junto a otras expresiones culturales— ha contribuido históricamente a moldear sus representaciones. Lejos de ser una categoría fija o universal, la infancia fue presentada como un concepto en permanente transformación, atravesado por los contextos sociales y políticos de cada época.
Durante las sesiones, Morales insistió en un punto clave: la infancia no es una etapa “natural” de la vida, sino una construcción histórica y social, marcada por desigualdades de clase, género, territorio y pertenencia cultural. En ese sentido, subrayó la necesidad de hablar de infancias, en plural.

“No existe una sola infancia. Hay múltiples experiencias de ser niño o niña, y todas están determinadas por condiciones sociales específicas. Además, es fundamental reconocer a niños y niñas como actores sociales activos, productores de cultura y no como sujetos pasivos”, señaló el relator.
Esta mirada crítica implicó también cuestionar el adultocentrismo que suele guiar las prácticas institucionales, educativas y culturales dirigidas a la niñez. Para Morales, dejar atrás la idea de una infancia “natural” obliga a revisar las suposiciones adultas sobre lo que niñas y niños pueden —o no— ser y hacer.
“Nuestras creencias condicionan la forma en que nos relacionamos con ellos y ellas. Reconocer la infancia como una construcción social nos lleva a observar las dinámicas de poder y a entender que la agencia de niñas y niños depende en gran medida de las oportunidades o restricciones que imponemos desde el mundo adulto”, explicó.
El taller dedicó un espacio central al rol del cine en la construcción de imaginarios sobre la infancia. Las producciones audiovisuales, se planteó, no solo reflejan visiones dominantes, sino que también pueden tensionarlas, abrir preguntas y habilitar representaciones más diversas, inclusivas y respetuosas de los derechos de niñas, niños y adolescentes (NNA).
En relación con la programación y mediación cinematográfica, Morales propuso una serie de preguntas orientadoras para quienes trabajan en estos ámbitos:
¿Las películas dialogan con la diversidad social y cultural de las infancias? ¿Refuerzan o cuestionan las asimetrías de poder entre adultos y niños? ¿Existen espacios reales para que niñas y niños participen en la selección, interpretación y debate de las obras, como co-constructores de sentido cultural?
Un enfoque interdisciplinario para pensar las infancias
Camilo Morales Retamal es psicólogo por la Universidad Diego Portales, magíster en Clínica Psicoanalítica con niños y jóvenes por la Universidad Alberto Hurtado y candidato a doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Chile. Actualmente se desempeña como académico del Departamento de Psicología de esta última casa de estudios y coordina el Núcleo de Estudios Interdisciplinarios en Infancias de su Facultad de Ciencias Sociales.
Sus líneas de investigación se centran en metodologías de investigación social con niñas, niños y adolescentes, el análisis de políticas públicas en niñez y los procesos de participación social de NNA en diversos contextos. Ha sido además miembro del Consejo Consultivo de la Defensoría de la Niñez (2019–2021) y de la Subsecretaría de la Niñez (2023–2025).
El taller “¿Qué es la infancia?” marcó así el inicio del módulo formativo del seminario, ofreciendo una base conceptual sólida para repensar la mediación y programación cinematográfica desde una perspectiva crítica, situada y coherente con un enfoque de derechos, donde las voces de niñas, niños y adolescentes no solo sean consideradas, sino verdaderamente centrales.
