El Festival Ojo de Pescado inicia el 26 de agosto en Valparaíso y se extiende hasta el 5 de septiembre con cine y actividades gratuitas para niños, niñas y jóvenes.
El próximo martes 26 de agosto se dará inicio a la 14ª versión del Festival Internacional de Cine Ojo de Pescado, uno de los eventos culturales más relevantes de Valparaíso y pionero en Chile en el trabajo cinematográfico dirigido especialmente a las niñeces y juventudes. La inauguración se realizará a las 09:45 horas en el Teatro del Parque Cultural de Valparaíso, con la exhibición del documental alemán Girls Don’t Cry (Las niñas no lloran), que será presentado por su protagonista chilena Selenna Paz.
El certamen se extenderá hasta el 3 de septiembre en Valparaíso y luego continuará los días 4 y 5 de septiembre en Quintero, Puchuncaví y Petorca, llevando cine gratuito a distintas comunas de la región en un esfuerzo concreto de descentralización cultural. La programación contempla largometrajes, cortometrajes, series de televisión, competencias de jóvenes cineastas y contenidos interactivos, junto con instancias de mediación y encuentros con directores internacionales provenientes de Alemania, Hungría, México, Uruguay y Colombia.
Un festival ciudadano con proyección internacional
En entrevista con Radio Valentín Letelier de Valparaíso, la directora del certamen, Alejandra Fritis, recalcó la esencia ciudadana del proyecto: “Somos un festival ciudadano, que resiste aquí en Valparaíso durante 14 años y que no pierde su norte con respecto a seguir entregando oportunidades de participación artística y cultural a los niños y niñas, trayendo lo mejor del cine infantil y juvenil del mundo”.
El Festival Ojo de Pescado nació ante la constatación de que Chile carecía de un espacio audiovisual dedicado a las infancias, así como de una conciencia clara respecto al derecho de los niños y niñas a tener contenidos culturales de calidad. En ese sentido, Fritis subrayó: “Todas las actividades del festival son absolutamente gratuitas. Queremos derribar barreras de acceso y generar experiencias colectivas que promuevan la participación cultural de niños, niñas y jóvenes”.
Enfoque en diversidad y representación femenina
Uno de los sellos de la edición 2025 es la creciente presencia de niñas protagonistas en las películas seleccionadas. Para Fritis, este aspecto responde a una necesidad de visibilizar otras miradas: “Las películas que seleccionamos muestran cada vez más a niñas protagonistas, que enfrentan realidades difíciles con creatividad, resiliencia y liderazgo. Nos interesa relevar sus voces y experiencias, distintas a las de los varones, y poner en valor la diversidad de infancias que existen en el mundo”.
La directora explicó que los contenidos no se limitan a una mirada ingenua o idealizada de la niñez, sino que abordan temáticas complejas como el duelo, la resiliencia comunitaria, la identidad cultural y el liderazgo social. “El cine genera asombro en los niños y niñas, y ese asombro produce reflexiones y experiencias de bienestar que queremos seguir cultivando”, añadió.
Una experiencia artística y participativa
Más allá de las proyecciones, el festival se ha caracterizado por promover espacios de diálogo en escuelas, talleres de mediación y experiencias colectivas que involucran tanto a estudiantes como a profesores, familias y comunidades. “No se trata de un evento que aparece y desaparece, sino de un trabajo permanente en vínculo con la comunidad porteña y con distintas instituciones educativas. Esa relación de confianza es lo que nos permite seguir creciendo año a año”, enfatizó Fritis.
La competencia de jóvenes cineastas, que reúne cortometrajes creados por niños, niñas y adolescentes de Chile y Latinoamérica, es otro de los ejes centrales del certamen, junto con la nueva sección de contenidos interactivos, que este año incorpora videojuegos, podcasts y libros digitales, reflejando los lenguajes con los que hoy interactúa la juventud.
Invitación abierta a la comunidad
La 14ª edición del Festival Ojo de Pescado refuerza su compromiso con el acceso democrático al arte y la cultura. Todas las actividades son gratuitas y abiertas a la comunidad, con cupos limitados en algunas funciones para delegaciones escolares que deben inscribirse previamente.
“Creemos en el cine como experiencia artística y social, donde no solo se mira una pantalla, sino que se comparte, se reflexiona y se construyen vínculos. Esa es la esencia que nos ha permitido mantener vivo el festival durante 14 años”, concluyó Alejandra Fritis.
Entrevista completa aquí: